Czech Jacker 10: Protege tus tetas. O no lo hagas. Nos gusta la vista
Pensó que lo tenía todo bajo control, caminando por la ciudad como si fuera la dueña del lugar. Jack tenía otras ideas. Un tirón brusco, un grito ahogado y, de repente, su sujetador desapareció, sus tetas rebotando libremente a plena luz del día. Intentó reaccionar, pero fue demasiado lenta. La gente a su alrededor no lo fue. En el momento en que su cerebro se puso al día, sus manos se alzaron, pero no importó. Jack ya se había cobrado otra víctima, y ella se quedó allí de pie, en topless, avergonzada e incapaz de hacer nada más que enfrentarse a la multitud que acababa de presenciar el espectáculo de su vida.